La FIDH condena enérgicamente los bombardeos israelíes de Rafah, incluidos los del 26 de mayo de 2024 sobre un campo de desplazados, que causaron la muerte de al menos 45 personas, entre ellas niños y niñas, y aproximadamente sesenta heridos. Al cometer una nueva masacre de civiles en Gaza, Israel actúa en total contradicción con la orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de detener su ofensiva en Rafah y mantener el acceso sin restricciones de la ayuda humanitaria.
La FIDH considera que el desafío de las autoridades israelíes a las resoluciones de las Naciones Unidas y a cualquier orden de la justicia internacional es una política calculada y sistemática. Israel lleva décadas actuando al margen del derecho internacional y sigue negándose a cumplirlo. Estas víctimas civiles se suman a los 36.000 palestinos muertos en Gaza desde octubre de 2023, donde más de un millón de personas han sido desplazadas sin refugio ni garantías para su seguridad. La FIDH y los expertos de Naciones Unidas denuncian un genocidio en curso.
La FIDH se solidariza con los palestinos e israelíes que piden un alto el fuego efectivo y permanente e insta a los Estados miembros de las Naciones Unidas a poner fin a la impunidad del ejército de ocupación israelí. Los Estados miembros deben ir más allá de las tímidas condenas y aplicar medidas concretas, como sanciones económicas y diplomáticas, así como un embargo de armas contra Israel. La FIDH también exige un acceso sin restricciones y permanente a la ayuda humanitaria para la población civil de Gaza.
Todos los Estados signatarios del Estatuto de Roma tienen la obligación legal de apoyar y cooperar con la Corte Penal Internacional (CPI) en la investigación en curso sobre la situación en Palestina. Esta investigación tiene como objetivo responsabilizar a los autores de crímenes internacionales desde 2014, incluida la masacre del 26 de mayo de 2024 en Rafah, y obtener reparaciones para las víctimas de las violaciones cometidas.
Fuente: FIDH
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