La proximidad del plebiscito en torno a la propuesta de Nueva Constitución, a realizarse el 4 de septiembre, estimula inequívocamente la toma de decisiones a todos quienes habitamos nuestro país.
Las posturas del apruebo y el rechazo comienzan a desplegarse. Aunque hay que reconocer que la campaña del rechazo se inició, a través de los grandes medios de información concentrados y los medios digitales, desde el mismo momento en que entró en funcionamiento la Convención Constitucional. Su característica principal ha estado marcado por distorsionar, desinformar y mentir sobre los contenidos propuestos buscando generar temor y desazón en quienes aprobaron mayoritariamente en el plebiscito de entrada el fin de la Constitución del 80.
Las elites políticas y empresariales partidarias del rechazo invocan ideas apocalípticas, acusando a la propuesta de Nueva Constitución de maximalista, indigenista, revanchista, que fragmentará al país y que se acabará la propiedad sobre la vivienda, entre muchas otras mentiras y tergiversaciones con la finalidad última de mantener la actual constitución del 80, fuente precisamente de las desigualdades y abusos del gran empresariado.
En su afán de defender privilegios señalan que rechazarán para “reformar”. Todo lo cual es poco creíble dado que se negaron por 30 años de hacer verdaderas reformas y fue necesario que el pueblo ocupara las calles de ciudades y pueblos para que permitieran la posibilidad de iniciar un proceso constitucional que, pese a sus dificultades, entrega hoy una propuesta que abre mejores condiciones para el futuro.
Por su parte, el discurso del apruebo enfrenta enormes desafíos. Debe destacar el contenido de la Nueva Constitución junto con responder a todas las mentiras e tergiversaciones del sector que jamás quiso hacer reformas estructurales y menos, cambiar la constitución de Pinochet.
Como CODEPU, estamos convencidos que la Nueva Constitución abre posibilidades a los sectores populares en aspectos como la salud, educación, seguridad social, igualdad de género, vivienda, descentralización, naturaleza, plurinacionalidad, inclusión y participación, entre otros.
Para nosotros, una institución que ha bregado por más de 40 años por la plena vigencia y respeto a los Derechos Humanos es relevante que en el texto constitucional propuesto se señale que “las víctimas y la comunidad tienen derecho al esclarecimiento y conocimiento de la verdad respecto de graves violaciones a los derechos humanos, especialmente cuando constituyan crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, genocidio o despojo territorial. Que la desaparición forzada, la tortura y otras penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad, el genocidio y el crimen de agresión son imprescriptibles e inamnistiables.
Igual de relevante es que se considere que son obligaciones del Estado prevenir, investigar, sancionar e impedir la impunidad. Tales crímenes deben ser investigados de oficio, con la debida diligencia, seriedad, rapidez, independencia e imparcialidad. La investigación de estos hechos no será susceptible de impedimento alguno.
Además, se establece que las víctimas de violaciones a los derechos humanos tienen derecho a la reparación integral y que el “Estado garantiza el derecho a la memoria y su relación con las garantías de no repetición y los derechos a la verdad, justicia y reparación integral. Es deber del Estado preservar la memoria y garantizar el acceso a los archivos y documentos, en sus distintos soportes y contenidos. Los sitios de memoria y memoriales son objeto de especial protección y se asegura su preservación y sostenibilidad.”
La Nueva Constitución contiene una evolución favorable en los mecanismos de protección de los derechos de la personas y, lo más importante, incorpora a plenitud el reconocimiento formal de los derechos económicos, sociales y culturales y mejora ostensiblemente la formulación de los derechos civiles y políticos. Su concreción material, dependerá de la movilización social y la lucha popular
Por último, para CODEPU que la propuesta de texto constitucional, a diferencia del anterior, haya sido elaborado por una Convención elegida tiene un enorme valor. Entendemos que la propuesta es un punto de continuidad en la larga lucha por hacer realidad justicias e igualdades. Aunque estamos ciertos que éstas siempre dependerán de la capacidad organizativa y movilizadora del mundo social y popular.
De allí que ante el escenario que impone decisiones, CODEPU se suma al APRUEBO en el plebiscito de salida del próximo 4 de septiembre.
Directorio CODEPU
24 de julio de 2022.