Nuevas acusaciones en la ex Colonia Dignidad: junto con denuncias de trabajos en terrenos protegidos por la Ley de Monumentos, se anuncian nuevas investigaciones en la búsqueda de restos de detenidos desaparecidos.
Fotos y videos enviados desde el interior de la ex Colonia Dignidad, el asentamiento alemán fundado por Paul Schäfer en el sur de Chile, alertaron esta semana sobre trabajos en zonas que están protegidas como monumento nacional.
En las imágenes se aprecian una máquina retroexcavadora, árboles en el suelo, restos de ladrillos y un terreno despejado. En medio de la tierra, una tapa metálica sobre una caseta subterránea. Todo esto en un sector que es parte de las 185 hectáreas protegidas por ley, lo que impide realizar trabajos de remoción de tierra y otras alteraciones sin permiso de la autoridad competente.
Casi 60 años después de que Schäfer junto a unos 300 seguidores se instalara en este sector rural de la precordillera, unos 400 kilómetros al sur de Santiago, y a una década de que el líder de la secta muriera en prisión, la comunidad sigue envuelta en una serie de polémicas.
Además de las disputas en torno al millonario patrimonio, los niños abusados siguen esperando el pago de las indemnizaciones decretadas por la justicia, aún no se levanta un sitio de memoria y continúa la búsqueda de restos de prisioneros de la dictadura militar, con la cual la colonia colaboró, entre otros aspectos, prestando sus instalaciones como lugar de detención y tortura.
La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de la Región del Maule denuncia un «intento de destrucción de evidencia” y llama a las autoridades judiciales y del Consejo de Monumentos Nacionales a fiscalizar e impedir que se altere este sitio protegido.
Consultada por DW, la abogada de la agrupación, Mariella Santana, indica que «estos movimientos de tierra podrían poner en riesgo las zonas que están siendo periciadas. Recibimos imágenes que son explícitas, hay una retroexcavadora removiendo terreno y hay trozos de cemento. No estamos hablando de un desmalezamiento”.
La abogada denunció la situación ante el ministro en visita Mario Carroza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, quien investiga los casos de detenidos desaparecidos en la colonia. Santana indica que el juez instruyó a la Policía de Investigaciones (PDI) para indagar lo ocurrido y tomar medidas para resguardar el lugar.
«Es muy importante proteger la zona que está siendo periciada. Contar con custodia, vigilancia y cierre. La casa administración, la casa de visita o domicilio de Schäfer, las fosas donde fueron enterrados prisioneros políticos, los archivos, el aeródromo y el acceso al recinto son terrenos protegidos por la Ley de Monumentos Nacionales. No se puede intervenir esa zona sin un decreto de la autoridad administrativa correspondiente”, subraya.
Vestigios del sistema de vigilancia
En paralelo, el excolono Winfried Hempel, abogado de un grupo de víctimas, concurrió hasta el lugar. En su opinión, en la zona se observan movimiento de tierra con maquinaria, la formación de un camino y tala de árboles nativos, que son especies protegidas.
«Hay ladrillos el suelo y movimiento de tierra en un lugar donde hay una caseta de vigilancia subterránea. Al interior todavía está el antiguo cableado eléctrico del perímetro que contaba con sensores de movimiento para evitar las fugas. Están los cables hacia el aeródromo, la entrada y otros lugares. También hay un teléfono que servía para comunicarse con otros puestos de vigilancia”, dice a DW.
Se trata de nuevos hallazgos que dan cuenta del pasado de esta comunidad. Ambos abogados denuncian que, tras el primer llamado a Carabineros para que concurriera al lugar para detener las obras de lo que califican como «delito flagrante”, la administración de la villa no habría autorizado el ingreso de los uniformados.
Administración niega acusaciones
Thomas Schnellenkamp, uno de los administradores de Villa Baviera, rechaza las acusaciones. Califica de «calumnia y falsedad que se haya tratado de eliminar pruebas” y no descarta acciones legales. «Los trabajos realizados no corresponden a movimiento de tierra, sino a limpieza de matorrales. Fueron realizados por particulares en una parcela dada en usufructo. Es una iniciativa particular”, dice a DW. Asimismo, asegura que no se le negó el ingreso a la policía y que se prestó declaración ante Carabineros y la PDI.
Las versiones son contradictorias y dan cuenta de que persiste una serie de conflictos en el asentamiento alemán. También, de que la Comisión Mixta Chile-Alemania no ha cumplido con su tarea de establecer un sitio de memoria. Si bien el recinto está protegido por ley y desde hace más de un año una comisión de expertos de ambos países presentó un concepto para levantar allí un memorial y un centro de documentación, los estados no han avanzado en planes concretos para llevar a cabo esta propuesta.
Mientras tanto, la falta de resolución sobre el levantamiento del sitio de memoria y el uso de estos terrenos, deja un vacío que da espacio para el surgimiento de disputas, ventas de parcelas, proyectos de construcción y el deterioro de los vestigios históricos allí presentes. Winfried Hempel relata que en los últimos años ha observado intervenciones como la construcción de una piscina y la instalación de una cervecería, lo que en su opinión es una alteración a la zona protegida.
Peritajes con apoyo alemán
Se estima que al interior de Colonia Dignidad desaparecieron alrededor de cien prisioneros políticos de la dictadura militar, con la cual colaboró el enclave alemán. El gobierno de Alemania ha comprometido ayuda financiera para apoyar los peritajes en la búsqueda de restos humanos.
«No hemos cesado de denunciar y declarar abiertamente nuestro rechazo a la poca diligencia y voluntad política de la subsecretaría de Derechos Humanos y del mismo ministro de Justicia de Chile, que es el último responsable en la demora en los peritajes”, dice Santana en referencia a Hernán Larraín, quien fuera un reconocido defensor de Colonia Dignidad.
«Finalmente, en octubre pasado las muestras fueron enviadas a la Universidad de Berna, en Suiza, para ser analizadas y determinar si hay ADN en sedimentos de tierra”, señala la abogada. Un primer paso es analizar muestras de la llamada zona de quema para determinar si hay presencia de acelerantes como napalm, petróleo o fósforo. Estos son usados para fuegos de altas temperaturas, con el objetivo de incinerar restos humanos. De ser hallados estos elementos, se confirmaría la versión de testigos de que no fue un área de quema forestal y se insistiría en la búsqueda de restos que pudieran contener ADN.
Una segunda diligencia, que debiera iniciarse dentro de poco, es «un peritaje por sistema de geomagnetismo que realiza la empresa alemana Easter Atlas, sobrevolando con drones la zona para identificar disrupciones de terreno que digan relación con la forma de fosas”.
Según testimonios judiciales, cuando en 1978 fueron exhumados los restos humanos de las fosas, para luego ser incinerados y hechos desaparecer, al menos una fosa no fue hallada. «Si es así, estaríamos en presencia del único lugar en Chile hoy con restos de detenidos desaparecidos”, dice Santana. Junto con la expectativa ante estos peritajes, la abogada muestra preocupación ante la llegada de un nuevo juez que se haga cargo de las indagatorias. El ministro Carroza fue propuesto por el presidente Piñera para integrar la Corte Suprema y su llegada al máximo tribunal del país es inminente. (dz)
Fuente: Deutsche Welle