Pena de muerte y un monstruo de tres cabezas

Fue en marzo del presente año que Evelyn Matthei dijo que hay que abrir el debate sobre la pena de muerte. José Antonio Kast responde que para él y su partido la opción es la cadena perpetua para “matar en vida” a otras personas condenadas. Johannes Kaiser, a su vez, agradece a Matthei por abrir la discusión y la invita a “cruzar la puerta” a favor de la pena capital. Esta es la postura de los tres candidatos presidenciales de derecha. 

La pregunta es: ¿qué los autoriza a proponer esta medida penal?, asunto que nos obliga a pensar sobre la genealogía del derecho en Chile que tiene sus orígenes en la jurisprudencia de la antigua Roma.

Remontarnos al Imperio Romano también permite recordar el régimen Nazi, y de manera más reciente, la última dictadura experimentada en Chile. Imperio, nazismo y dictadura. Conceptos siempre latentes en la narrativa de dirigentes de este sector.

En su libro “El dispositivo de la persona”, el filósofo italiano Roberto Espósito pregunta qué hace que un ser humano pueda o no representarse como persona. “En Roma, era persona quien gozaba de la posibilidad de reducir a otros a la condición de cosa, así como, de manera correspondiente, un hombre únicamente podía ser llevado al estatuto de cosa en presencia de otra proclamada persona”.

Tener la posibilidad de reducir a otro a la condición de cosa significa entonces una doble operación. De personalización y despersonalización. De poder reducir a otro a la condición de cosa con la condición misma de poder ser llevado a la condición de cosa por otro. Esta operación tiene su fundamento en la cuestión misma del poder y la propiedad, porque llevar a otro a la condición de cosa es tener el poder para apropiarse de otro, y ese poder está garantizado por una cuestión legal.

¿Los nazis a quiénes sentenciaban a pena de muerte?, ¿la dictadura en Chile a quiénes sentenció a pena de muerte y desapariciones forzadas en la clandestinidad?

Cuando escuchamos a los candidatos presidenciales de Chile Vamos, del Partido Republicano y el Partido Nacional Libertario, respectivamente, escuchamos a una sola bestia. Un monstruo de tres cabezas que hace de guardián de una puerta que esconde un escenario totalmente espantoso, y Chile ya supo del espanto con episodios profundamente oscuros en nuestra historia de los últimos 50 años.

El hades es la metáfora de las atrocidades que cada sociedad es capaz de cometer. Volver a la pena de muerte es entregar el derecho a unos pocos que gozan de exceso de poder para decidir sobre la vida y la muerte de otros ciudadanos. ¿Por qué volver a desencadenar una bestia así?

De acuerdo con la investigación de Amnistía Internacional (2004), la acción penal no es disuasiva de otros crímenes. Por el contrario, son mecanismos que promueven acciones de tortura, muy en sintonía con los deseos manifiestos del candidato del Partido Republicano al afirmar que hay “matar en vida a los condenados”. Por otro lado, investigaciones adicionales asociadas a los procesos de la pena de muerte y la ejecución de Keith Thurmond en el Estado de Texas dan cuenta que estas sentencias significan un gasto mayor para los contribuyentes en comparación al gasto de los contribuyentes en Estados donde la pena capital ha sido abolida (Nasaw, D. en BBC Washington, 2012). Por tanto, juzgue usted si este mecanismo puede transformarse en un negocio para algunos. 

Sumado a esto, la candidata de Chile Vamos ha declarado que el Golpe de Estado y sus crímenes posteriores fueron acciones “inevitables” (Radio Agricultura, 16 de abril 2025). Eso significa cruzar la puerta: avalar asesinatos, torturas, desapariciones y el exilio forzado de seres humanos en nombre de la seguridad nacional.

Chile ya supo de todo eso y sus efectos han sido irreparables. Ninguna sociedad necesita cruzar esa puerta y este país no necesita a esta bestia en el Ejecutivo, nuevamente. Ya estamos advertidos, pues dan cuenta sin pudor alguno, que lo harían otra vez. 

Ps. Fidel Lajara Erices,

Coordinador equipo psicosocial CODEPU

Abril de 2025

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