EL PUEBLO SE PRONUNCIÓ POR LA ESPERANZA

El triunfo del presidente electo, Gabriel Boric Font fue resultado de un gran esfuerzo popular que debió vencer una campaña detestable, mentiras y dificultades instaladas por la ultraderecha, el gobierno y empresarios que pretendieron confundir e impedir que los sectores populares pudieran expresar su voluntad.

Hoy los pueblos expresan su esperanza de que se inicie un proceso de transformaciones profundas que deje atrás las injusticias, los abusos y las desigualdades. Quienes formularon su voluntad en las urnas y festejaron en las calles aspiran a que se garantice el proceso constituyente, a que nazca una Nueva Constitución y se de respuestas a sus demandas sociales largamente postergadas. Por tan justos objetivos los pueblos se movilizaron, participaron del llamado estallido social y por los cuales muchas vidas fueron ofrendadas, sufrieron centenares de mutilaciones oculares y la prisión como castigo.

Para la Corporación de Defensa de los Derechos del Pueblo, CODEPU, el respeto irrestricto la promoción de los Derechos Humanos y alcanzar derechos sociales, económicos, culturales y ambientales para todas y todos es una tarea de hoy. Es urgente alcanzar Verdad, Justicia y Reparación integral para todas las víctimas de violaciones de derechos humanos, las de la dictadura y las del estallido. Impulsar la libertad de los presos de la revuelta es de justicia.

Se requiere de manera urgente poner término a la militarización del Wallmapu. La paz llegará a la Araucanía solo cuando se impulse el diálogo y se atienda las demandas ancestrales de las comunidades mapuche. La libertad a los comuneros mapuche que se encuentran en prisión por haberse resistido a la ocupación de sus tierras sería un gesto valioso y necesario.

Creemos que es urgente que las políticas públicas del gobierno electo promuevan el término de la desigualdad social, la injusticia laboral, la discriminación, la violencia y desigualdad de género y sexual, como asimismo avanzar hacia un modelo de desarrollo progresivamente social y comunitario, poniendo fin al consumismo individualista y agresivo del medioambiente. Chile debiera ser declarado territorio libre de acoso, maltrato y violencia en todas sus formas contra los trabajadores, las mujeres, las diversidades, los migrantes, niñas, niños y adolescentes, en definitiva, contra todo ser humano.

El resultado electoral de hoy no es una victoria del pueblo aún consumada. Pero abriga la esperanza de lograrla. El verdadero triunfo de los pueblos será cuando el país se encamine efectivamente a desatar las amarras que sostienen a un Estado violador de los Derechos Humanos, se reformen las policías y se promueva la participación popular en las decisiones que le competen.

El tiempo que viene abre una posibilidad de realizar las esperanzas. La movilización social y popular por sus derechos es la única garantía de alcanzarlos. El futuro justo para todas y todos se logra con más participación y profundidad en las transformaciones sociales demandadas por los pueblos.

CODEPU

Santiago, 19 de diciembre 2021