Actividades religiosas y encuentros en memoria de Sergio Concha se realizaron al cumplirse un año de su fallecimiento. En Los Andes, Peñalolén, La Pintana y también en Ohio, Estados Unidos se efectuaron las jornadas de recuerdo y homenajes de quien fuera un consecuente luchador por los derechos humanos, religioso, resistente antidictatorial y abogado de CODEPU.
Sergio Concha, obtuvo su titulo de abogado en la Universidad de Chile a los 24 años. Ingresó a la Congregación de la Sagrada Cruz (Holy Cross) donde se ordenó sacerdote. Fue profesor en la Universidad Católica y párroco en la comuna de Lo Barnechea.
En los años sesenta y setenta Sergio Concha se integra a la dinámica política y social que se gestaba en Chile. En tanto cristiano, su desafío era acompañar al pueblo en su lucha por la emancipación política y contribuir en la construcción del socialismo. Con posterioridad al golpe militar se integra a los organismos defensores de derechos humanos y participa activamente en su condición de cristiano con instancias de reflexión y acción antidictatorial. En su trayectoria de instituciones en las cuales colaboró se incluye el Comité Pro-Paz, la Vicaría de la Solidaridad y la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas.
Como abogado asumió con valor y eficacia la defensa de los presos políticos de la dictadura. En su labor profesional destacaba por su carácter estudioso y rigurosidad. Pasaba horas tomando apuntes de los expedientes, recorría las fiscalías militares, los tribunales del crimen y luego los despachos de los ministros en visitas, leyendo los extensos expedientes que en muchos casos, se iniciaban con el recurso de amparo que el haba presentado. Su objetivo: obtener la necesaria justicia.
En septiembre de 1998, a 25 años del golpe militar y tras una larga lucha judicial, Sergio Concha, obtiene un logro notable que permitió avanzar en la persecución penal de los perpetradores de crímenes de lesa humanidad .En los juicios por la desaparición forzada de Pedro Enrique Poblete Córdova, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria y de Antonio Sergio Ernesto Cabezas Quijada, militante del Partido Socialista, logró en fallos de casación se dictara la improcedencia de aplicar la Ley de Amnistía sin que se investigara completamente el delito, acogiéndose su tesis del secuestro permanente. Con ello fisuró el muro de la impunidad y permitió que los crímenes se continuaran investigando, no hubiese sobreseimiento definitivo como ocurría hasta ese momento con la aplicación de la ley de amnistía dictada por la dictadura. Ello permitió el marco para obtener la aplicación de las normas internacionales de los derechos humanos.
Un logro judicial que adquiere mayor relevancia pues se obtiene en medio de una transición más proclive al olvido que a la memoria, más proclive a la “justicia en la medida de los posible” que la justicia plena. En la historia de los procesos judiciales por violaciones a los derechos humanos en dictadura los fallos que permitieron reabrir e investigar los casos de secuestros seguidos de desaparición serán motivo de reconocimiento por parte de los familiares de las víctimas y el movimiento de los derechos humanos
Humildad, tesón, valor fueron notas de su calidad humana que sumadas a su innegable calidad profesional hizo que fuera de aquellos imprescindibles en la lucha por la Justicia y la Dignidad.
CODEPU,
19 de mayo 2021