CODEPU rechaza los pronunciamientos concertados del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea por considerarlas un abierto acto de deliberación y de intimidación, pues los que se articulan detentan el monopolio de la fuerza. El respaldo del Ministro de Defensa agrava la situación.
En todo sistema democrático, el poder civil y las instituciones pueden ser objeto de crítica o sátira política y las FFAA tienen la obligación de subordinarse a la autoridad civil. Reaccionar cuestionando la creación artística es un evidente atentado la libertad de expresión y las FFAA no pueden ser censores.
A la gravedad de los pronunciamientos y el respaldo del Ministro de Defensa, se agregan las denuncias de espionaje a periodistas que no han tenido explicaciones por parte del Ejército y la autoridad política. Habida cuenta, además, de la existencia de variadas prácticas del Estado en contra de periodistas, comunicadores y presiones a los medios de comunicación.
CODEPU considera que las amenazas a la libertad de expresión constituyen un atentado a los derechos humanos y que la intimidación no puede ser minimizada y naturalizada pues lo que pretende es inhibir y prohibir la palabra y el derecho a expresarse.
El pronunciamiento de las FFAA tiene sus raíces en resabio de doctrinas y practicas propias del pasado dictatorial que lamentablemente han subsistido en las últimas décadas.
En tanto CODEPU, estamos convencidos que los días que transcurren están marcados por una dinámica de situaciones que ponen en tensión a la sociedad en su conjunto. La sociedad en su conjunto debe cuestionar los atentados a la libertad de expresión y la violación a los derechos humanos.
Por último, confiamos en la voluntad del movimiento social para asumir los desafíos de promover y defender los derechos humanos y el conjunto de derechos que le garanticen dignidad y justicia social.
CODEPU
19 de abril de 2021