En un emotivo acto en el Sitio de Memoria 3 y 4 Álamos se entregaron reconocimientos a defensores de derechos humanos por la labor desarrollada el año recién pasado y en particular en los últimos tiempos caracterizados por una amplia y extensa movilización social y popular que ha tenido como contrapartida una generalizada y sistemática violación a los derechos humanos en nuestro país.
Los exprisioneros del centro de detención reunidos en la Corporación 3 y Álamos, Sitio de Memoria, entregaron la Medalla al Honor por la Defensa de los Derechos Humanos 2020 a Londres 38 Sitio de Memoria y a CODEPU, instancias que exigen verdad y justicia, defienden los Derechos Humanos y que desde el 18 de octubre han desplegado múltiples iniciativas jurídicas, de atención y contención a las víctimas y manifestantes que sufren violaciones de sus derechos humanos.
También los exprisioneros políticos de la dictadura entregaron la medalla a Hiram Villagra Castro, abogado de CODEPU, por su larga trayectoria en la defensa de los derechos humanos.
El contexto en que se entregaron los reconocimientos incorporó emociones y esperanzas. Los hilos de la memoria –decía la convocatoria- nos reencuentra para recordar a los ausentes, recordar el proyecto truncado y en este año a construir el puente entre dos generaciones que en distintos momentos históricos asumieron y asumen un compromiso al lado de su pueblo y por una defensa incondicional de los Derechos Humanos y su promoción.
Chile cambió, hasta que la Dignidad se haga costumbre, los derechos humanos son un desafío ayer en dictadura y también en el presente. Fueron las ideas que rondaron las intervenciones de los organizadores, los premiados, artistas que acompañaron la velada y los asistentes que llegaron desde tempranas al sitio de memoria ubicado en la Comuna de San Joaquín.
Un breve recuento de lo que es hoy el Sitio de memoria 3 y 4 Álamos, nos señala que a mediados del siglo pasado se construyen sus pabellones y la casona con la finalidad de albergar seminaristas. Luego lo adquiere el Estado para albergar niños sin hogar, pero la Dictadura lo interviene transformándolo en un campo de concentración que cumplía las veces de campamento en tránsito. Se conjuga por un lado Tres Álamos, que era un campo de prisioneros reconocidos, que tenían una o dos veces visitas en la semana. Pero, al mismo tiempo, allí funcionaban Cuatro Álamos que estaban bajo la jurisdicción de la DINA».
Luego las instalaciones quedan vacías. Con la llegada de la democracia se reabren las instalaciones y se entrega a gendarmería transformándose en un centro de detención de menores, haciendo real la paradoja de lo que fuera un campo de concentración hoy es cárcel de menores. Una aberración.
Recién en marzo de 2011, una parte de las edificaciones del lugar ubicado en calle Canadá fue declarada «Monumento Histórico» por el Consejo Nacional de Monumentos, el resto de las edificaciones continúa siendo lugar de encarcelamiento de menores. El principal objetivo de la Corporación 3 y 4 Álamos es que se entregue en comodato el conjunto de las instalaciones, para hacer de ellas un Sitio de Memoria abierto a la comunidad.
