En un supermercado de Pucón la Policía de Investigaciones detuvo a Juan Eduardo Rubilar Ottone, de chapa “Capitán Lira”, ex Coronel de Ejército y agente de la Central Nacional de Informaciones, CNI, quien estaba prófugo desde 2015, tras ser condenado por crímenes cometidos durante la dictadura.
El “Capitán Lira”, quien comandaba una brigada de la CNI integrada por 25 agentes. Su superior en el organismo fue Álvaro Corbalán, actualmente preso en Punta Peuco. Rubilar Ottone es responsable de asesinar, junto a su equipo, a cuatro resistentes antidictatoriales, entre ellos a quien ejercía de Secretario Ejecutivo del CODEPU, Héctor Patricio Sobarzo Núñez, quien había concurrido a una clínica para informarse y prestar ayuda humanitaria a un militante del FPMR que había resultado herido en una acción de propaganda de dicha organización.
Patricio Sobarzo y Enzo Muñoz Arévalo, quienes se conocían desde hacía años, concurrieron al local, pero previamente se detuvieron en un teléfono publico para realizar una llamada, todo esto en las cercanías de la Rotonda Departamental. En ese momento fueron asesinados por la brigada de la CNI.
Entre tanto, los militantes de izquierda que se encontraban en la clinica escuchan los disparos y comienzan a salir del lugar ante el peligro de allanamiento del lugar. Entre las personas que salieron del domicilio estaban Juan Varas Silva y Ana Delgado Tapia quienes son detenidos en las cercanías de la casa y llevados al Cuartel Borgoño de la CNI, ahí son duramente interrogados y torturados y luego en horas de la madrugada son sacados de ese lugar y trasladados hasta las proximidades del Callejón Lo Ovalle con la calle San Petersburgo, de la comuna de San Joaquín. Allí, cerca de las 6:00 de la mañana ambos detenidos fueron ejecutados por la CNI.
Por estos crímenes, fueron condenados, entre otros, Álvaro Federico Julio Corbalán Castilla, Hernán Antonio Vásquez Villegas, Jorge Eduardo Hernández, Juan Eduardo Rubilar Ottone y Reimer Eduardo Kohlitz Fell. Este último, también se encontraba prófugo desde el año 2015 y fue detenido recién en noviembre del año recién pasado tras una operación antidrogas de Carabineros.
La versión que entregaron las autoridades dictatoriales y los medios de prensa oficialistas en al año 1984 fue que los crímenes fueron resultado de enfrentamientos, lo que a todas luces era una farsa.
Patricio Sobarzo era profesor de historia, compañero de Inés Castillo, fue uno de los fundadores de la AGECH y de la UNED, y a la fecha de su muerte, a los 31 años, era secretario regional del CODEPU. Desde su adolescencia en Concepción militaba en el MIR y fue presidente del centro de alumnos Liceo Enríque Molina en tiempos de la Unidad Popular. Tras el golpe cívico-militar, Patricio estuvo detenido por más de un año en la cárcel de Concepción. Al ser liberado se traslada a Chillán, a estudiar pedagogía en historia en la Universidad de Chile. En 1981 se traslada a Santiago, trabaja como profesor y participa en la Agech, y se incorpora a CODEPU.
La detención del prófugo, Juan Eduardo Rubilar Ottone, la anterior detención del otro prófugo, Reimer Eduardo Kohlitz Fell, deben ser consideradas una situación preocupante, pues no son los únicos perpetradores de crímenes de lesa humanidad que han estado prófugos. Hay otros. Y todo indica que de parte de los ex agentes de los servicios de seguridad dictatorial solo existe el animo de evadir la necesaria justicia, y tampoco hay arrepentimiento de los crímenes cometidos.