En declaración pública, la Asamblea de CODEPU pide a las organizaciones de la sociedad civil no enfrascarse en diputas mezquinas e infundadas sino que con alturas de miras fortalecer sus alianza y miradas comunes, para ubicarse con fuerza en el rol de vigilante de valores superiores de la humanidad, asumiendo que somos compañeros de lucha y sin atribuirnos mutuamente suponer intenciones o posturas que no se condicen con nuestra identidad o historia.
CODEPU es una organización no gubernamental fundada en 1980, en plena dictadura cívico-militar, con el objetivo de asistir a las víctimas y familiares de quienes sufrieron el terrorismo de Estado con su secuela de crímenes y graves violaciones a los derechos humanos.
Desde entonces, nuestra organización ha defendido y defenderá los derechos humanos, incluidos los derechos políticos, sociales, económicos y culturales de todos y todas, sin discriminaciones de ningún tipo. Así lo hicimos en dictadura y es nuestra voluntad seguir haciéndolo actualmente.
CODEPU junto a otras organizaciones hermanas ha promovido desde temprano leyes de protección de derechos humanos contra la discriminación y la homofobia, cuando la prensa controlada por factores de poder, prácticamente no se refería a estos temas, aportó mediante actividades de defensa jurídica, información, educación y denuncia que al parecer hoy estarían siendo interesadamente olvidadas.
Pretender que CODEPU podría albergar una posición homofóbica es un despropósito que la solo historia de nuestra organización desmiente.
Particularmente grave es que surjan denuncias y problemas subalternos en momentos delicados para el mundo de los derechos humanos. La institucionalidad oficial de defensa y promoción de éstos se ve afectada por crisis y cuestionamientos en el INDH y en el Programa de Derechos Humanos y se ha anunciado que asumirá el Ministro de Justicia y Derechos Humanos quien fuera acérrimo defensor de Colonia Dignidad, uno de los principales bastiones de vulneración de los ddhh. Frente a esa paradoja creemos que las organización de la sociedad civil no debe enfrascarse en diputas mezquinas e infundadas sino que con alturas de miras fortalecer sus alianza y miradas comunes, para ubicarse con fuerza en el Rol de vigilante de valores superiores de la humanidad, asumiendo que somos compañeros de lucha y sin atribuirnos mutuamente suponer intenciones o posturas que no se condicen con nuestra identidad o historia.
Es tiempo de actuar con altura de miras y darle un real sentido y proporción y por CODEPU condena y repudia toda forma de agresión -cualquiera sea sus manifestaciones, expresiones y sentidos- que ofenda y dañe la dignidad humana. Señalando que coincidimos con quienes sostienen que “ningún conflicto, debate, discusión o diferencia, cualquiera sea la naturaleza de ésta, justifica recurrir a ofensas, menos a calificativos abiertamente homofóbicos que dañan la dignidad de las personas en razón de su orientación sexual”. Esa ha sido siempre nuestra lucha.
Finalmente precisamos que nuestra representante y voz oficial en el Instituto Nacional de Derechos Humanos es Juana Méndez Barra, secretaria ejecutiva. Reiteramos nuestro compromiso de seguir avanzando en la ampliación de la democracia y la vigencia efectiva de los derechos humanos en Chile.
CODEPU
febrero de 2018
Cartilla del Programa de Educación y Promoción de CODEPU, publicada en el año 2000